otra vez Buenos Aires!
Una vez más, para mí la
posibilidad de caminar sus calles, de apreciar su arquitectura, de colarme en
el vertiginoso ritmo de sus habitantes, de sorprenderme, cada vez, por la
belleza de sus fachadas y su generosa propuesta cultural.
Bob Dylan en el Rex, Larry
Clark, Nan Goldin, Paul McCarthy en el Malba (la fotografía de los 70 mostrando
las transformaciones culturales de los E.E.U.U.).
Antonio Berni, siempre Berni.
San Telmo, sus calles
empedradas y sus balcones gastados, arqueología de un tiempo que nos engendró.
En la Buenos Aires moderna se
realizó el Congreso de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP), 2.300 psa.
Provenientes mayoritariamente de Francia, España, Italia, Brasil, Venezuela,
asistimos a un encuentro más de los ya ocho desde que se creó la AMP.
El orden simbólico en el siglo
XXI no es lo que era, la feminización del mundo es el fenómeno más profundo nos
decía Leonardo Gorostiza, presidente actual de la AMP. Esto tiene consecuencias
en las subjetividades (en plural) ya no se habla más de subjetividad.
Los testimonios del pase,
procedimiento creado por Lacan, para mantener vivo y a la altura de la época al
Psicoanálisis y a los psicoanalistas, fueron los momentos más destacados del
Encuentro.
La clínica siempre vigente,
tuvo su lugar durante toda la jornada del miércoles. La práctica del control,
nos recuerda a los practicantes que no hay Otro del Otro, tocando el agujero
del no saber.
Y para concluir, por lo menos
esa jornada, la presentación de Jacques Alan Miller del IX Congreso en Paris: El desorden en la real en el siglo XXI.
Nuestra práctica actual se
desarrolla en un mundo estructurado por dos discursos, el capitalista y el
científico. La acción combinada de ambos ha destruido los fundamentos de la
tradición humana. Lo constatamos en el cambio del orden simbólico. Su piedra
angular –el nombre del padre- ha sido devaluado. Este rebajamiento introduce
una perspectiva inédita todo el mundo
delira, todo el mundo está loco.
Responder como psicoanalistas a
esta nuevo orden, y en consecuencia a la nueva clínica es creo, una invitación
a reinventarnos, pero alejándonos de la locura de la época para tomar la
brújula que nos propone la Orientación Lacaniana.
BEATRIZ NANNINI
29/04/12